Proyecto de renovación total de una vivienda en un edificio de 1920 situado en el barrio de Poblesec, Barcelona.

La planta de la vivienda es cuadrada y tiene la fachada principal en el norte y la posterior en el sur. La distribución original consistía en un pasillo central que distribuía norte y sur, con compartimentos pequeños, típico de la época. La condición de los espacios no aprovechaba la luz, ni la ventilación, ni la altura original que había bajo un falso techo.

La necesidad de convertirla en una vivienda abierta aprovechando al máximo los metros cuadrados será la idea a seguir en la renovación del piso.

Por un lado, la creación de diversidad y flexibilidad de los espacios para que se adapten a las diferentes necesidades de uso según el momento.
Normalmente la propietaria trabaja en casa por lo que el estudio tenía que ser generoso y espacioso.

Otro requisito era que pudiera tener invitados a dormir y ella poder trabajar al mismo tiempo. También el hecho de que le guste cocinar e invitar a amigos a compartir la mesa y a cocinar juntos, nos lleva a la necesidad de que el panel lateral frontal de la isla, se convierta en una mesa de comedor a continuación del mueble de la isla de cocina. Así el espacio total, puede ser un estudio, una habitación, sala o comedor dependiendo de la necesidad del momento. Esta polivalencia de uso del espacio fue el punto de partida del proyecto.

Se han establecido los usos de cada espacio y articulado las diferentes áreas con puertas correderas de dos texturas distintas, semi-opaco y opaco.

La línea que se integra a la viga horizontal de madera para sujetar las puertas correderas es parecida al “KAMOI”, palabra y sistema constructivo japonés que desde la parte superior con una guía integrada horizontalmente entre vigas hará que las puertas sean correderas.
Marcar las líneas tanto horizontales como verticales que han nacido del “KAMOI” expresa unas características generosas.
También se utiliza la parte superior de esta viga de madera horizontal para poder almacenar.

La cocina y el baño incorporan las ventanas existentes para poder colgar la ropa o conectar el espacio grande y no perder el estilo original del piso.

A continuación fue preciso elegir los materiales artesanales que a través del color y las tonalidades naturales marcaran las zonas tanto en vertical como en horizontal.
El material de madera marcará los elementos horizontales o verticales para resaltar el espacio o la conexión, aportando translucidez o utilidad.

El color y material del suelo, parquet y porcelánico, marca las zonas. En la zona de la mesa y de salida al balcón se utiliza el concepto “DOMA”, palabra japonesa que define el espacio del suelo semi-exterior. Y por último, el color verde que se ha introducido en vertical como si fuera “TATAMI” vertical.

Estructuralmente se introducen unas vigas metálicas perpendicularmente a la línea de las puertas correderas. Estas líneas marcan también los juegos del espacio e identifican los caracteres de las funciones y las diferencias de alturas con distintas texturas de materiales.

La necesidad de ganar polivalencia y luz natural en los interiores se resuelve con la creación de nuevas características. Con ellas se consiguió crear el efecto de que la luz cruce el espacio y se garantiza también la ventilación de la vivienda.

Sin ser una casa grande, se ha creado una sensación, una utilidad y una flexibilidad que dan amplitud a los espacios y que se puede apreciar desde cualquier punto de la casa.